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martes, 25 de diciembre de 2012

Discurso de José Alberto "Pepe" Mujica Cordano

En el post anterior había planteado el poner en mesa de debate una representatividad política para adaptar una Economía Basada en Recursos al sistema actual durante un primer período de transición. En facebook se generó un debate sobre ese tema, donde la primera, más fuerte y no sin fundamentos barrera que apareció fue la conocida frase para los seguidores del Proyecto Venus dicha por su fundador, Jacques Fresco: "Todos los políticos son corruptos".
Si bien muchos estamos de acuerdo con esta frase, aquí les traigo un discurso del mandatario uruguayo José "Pepe" Mujica, el cual, a mi entender, nos muestra un faz de luz y de esperanza sobre los políticos. Espero comentarios y debates sobre este discurso, en relación al post anterior.
“Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias también, a la buena fe que han manifestado todos los oradores que me precedieron.
Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de apoyar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad pueda suscribir.

Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta.

Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.

¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo que queremos es el actual de las sociedades ricas?

Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?

Más claro: ¿tiene el mundo los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible?
¿O tendremos que darnos otro tipo de discusión?

Hemos creado esta civilización en la que hoy estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo.

Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, cuya mirada alcanza a todo el planeta.

¿Estamos gobernando esta globalización o ella nos gobierna a nosotros?

¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía que basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?

No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis que tenemos no es ecológica, es política.

El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida.
No venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general. Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida. Esto es lo elemental.

Pero la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor de esto. Porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros.

Pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta.

Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no, no se pueden hacer; porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.

Estos son problemas de carácter político. Nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.

No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.

Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca y también los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho”. Y desea más y más.

Esta es una clave de carácter cultural.

Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hagan. Y lo voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo "rechinan". Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.

Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.

Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cosas: la moto, el auto, cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo al que se le fue la vida.

Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana?

Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor a la tierra, del cuidado a los hijos, junto a los amigos. Y tener, sí, lo elemental.

Precisamente, porque es el tesoro más importante que tenemos. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana."

sábado, 10 de noviembre de 2012

Representatividad Política

Teniendo en cuenta la situación social en la que se encuentra Argentina, creo que debemos tomar partido al respecto. Con tomar partido no quiero decir ni a favor, ni en contra, sino poner las cartas sobre la mesa y empezar a trabajar seriamente.
Debemos ser conscientes que si bien no hay un alto grado de violencia en la sociedad argentina, ni inseguridad extrema; existe una polarización extrema entre dos opiniones que está generando un cierto grado de desarmonización social que llega a puntos de violencia. Esta violencia no es de parte de todos, no hay que generalizar, tampoco creo que llegue a ser alarmante ni preocupante, pero si hay que darle su grado de importancia, primero y principal para remarcar su repudio, y segundo, para que no se generalice el odio ni se expanda la violencia, y para esto, necesitamos armonizar a la sociedad. La gente que salió a protestar el 8 de noviembre en Argentina, lo hizo para demostrar su repudio al actual gobierno democrático argentino, asimismo, las notas que les hicieron demostraron que no encuentran ninguna figura alguna dentro de la oposición que los represente. Y Argentina no es el único caso, España, Portugal, Italia y Grecia son algunos países en los que se está generando un caos social muchísimo peor que el argentino.
Muchas veces, a los que estamos a favor de una Economía Basada en Recursos, se nos tilda de opositores a cualquier gobierno, o algunos se autodenominan de esta manera (debo admitir que yo, uno de los creadores de este blog, estoy de acuerdo con muchas cosas de este gobierno, pero trato de ser lo más objetivo posible mientras escribo esto). Si bien existe un cierto grado de razón en esto, debemos adaptarnos a la realidad. Nos venimos quejando hace años sobre el modo en el que el sistema se maneja y nos maneja. Siempre estamos preocupados en qué hacer, cómo hacer y dónde hacer; para informar y difundir sobre una EBR, pero...¿Por qué no buscamos una representatividad política? Debemos aceptar la realidad, y en la actualidad, la realidad es que los cambios se hacen con poder, y el poder del sistema democrático se encuentra en el ejecutivo, que en este caso es la presidencia de la nación.
Lo que quiero decir con esto es que deberíamos empezar a buscar una figura que nos represente en las urnas para poder hacernos escuchar y que nos tomen en serio de una vez por todas. Somos 40 millones de argentinos, y 7 mil millones de habitantes en el mundo, por lo que este es mi pedido: Conformemos un partido político a nivel mundial para ser representados.
Sin esto, simplemente vamos a ser un grupo de manifestantes y opositores permanentemente, y lo que queremos es un cambio, y uno pronto, porque sabemos, con la información que manejamos, que el sistema actual va en contra del cuidado medioambiental y rumbo a una crisis social,económica y política inminente, por lo que el cambio debe hacerse ya, antes de que sea tarde. Y por lo pronto, el cambio real más rápido que podemos hacer es dentro del sistema en el que estamos, porque para hacer un cambio se debe luchar desde dentro, y no apartados al mismo. Con una representatividad política es mucho más probable que se prolifere la idea de plantear una economía basada en recursos a nivel mundial, porque a nivel nacional simplemente, es imposible, seguiría siendo un capitalismo, y no es eso lo que queremos.
En resumen y para cerrar en pocas palabras, pido a los que estén al alcance y con conocimientos en el tema, que pongan las cartas sobre la mesa, y comencemos a buscar un representante político no solo en Argentina, sino en los demás países que leen este blog, que sé son varios. Desde ya, muchas gracias, y pido que comenten qué les parece esta idea y si sería posible, si están a favor o en contra, que se genere debate, que se compartan opiniones, háganse escuchar y escuchen para llegar a un consenso con el fin de lograr un cambio.

martes, 30 de octubre de 2012

Una imagen vale más que mil palabras.

"Una imagen vale más que mil palabras". Esta frase tiene su origen en un proverbio chino, su real traducción sería "El significado de una imagen puede expresar diez mil palabras". Por lo que simplemente estaría de más y sería meramente argumentativo agregar alguna explicación a este grafitti, creo que se sobreentiende por si mismo, pero vale la pena argumentar sobre su contenido.
"No quiero tus monedas, quiero cambio!", creo que este es el sentimiento de cada uno de los lectores de este blog, no importa la situación económica en la que nos encontremos, si vimos alguno o todos los documentales de Zeitgeist, y/o sabemos algo del Proyecto Venus y decidimos buscar algo más de información, entonces nuestro sentimiento es de una ferviente necesidad de cambio.
En la mayoría de los países alrededor del mundo (en todos diría, pero no estoy seguro de que esto sea correcto ya que no tengo ninguna comprobación empírica), cuando una persona delinque, digamos que comete un robo, el sistema automáticamente lo aparta del círculo social, aislándolo de sus pares para encerrarlos. ¿Cuáles son los motivos? Pueden ser varios, primero existe un deseo de la víctima que sufrió el robo, una necesidad añadiría yo, a sentirse seguro con un cierto sentimiento de venganza oculto y latente, por lo que para la víctima, si el delincuente estaría preso, aquel se sentiría más seguro. En segundo término, hay un presupuesto social implantado desde hace siglos sobre lo que es la "justicia", y he aquí una gran discordia. 
No sabemos en realidad qué es la justicia, si le preguntamos a la víctima del ejemplo, justicia es que se lo encierre y se lo condene; pero si le preguntamos a la familia del delincuente, justicia sería que lo liberen, porque tuvo que robar para llevar la comida a la casa (entiéndase esto como mero ejemplo, no siempre sucede igual ni estoy justificando las acciones de delincuencia, sino las denigro).
¿A que viene esto con la frase antedicha? Pues bien, para llevar a la sociedad en su totalidad a un mejor estadío de convivencia, sería conveniente, en vez de encerrarlo en una prisión, averiguar las causas que llevaron al delincuente a cometer dicho acto, para así solucionar sus problemas con el objetivo de que no vuelva a delinquir. Detengámonos a pensar un segundo, si hablamos de progreso en materia de convivencia social, o en cortas palabras, en armonía social, inherentemente debemos pensar en el bienestar del Estado o Nación en el que nos encontramos (ya que por lo general los países en crisis son los que más acarrean conflictos y disputas sociales), entonces me planteo una pregunta: ¿El Estado, pierde más dinero proveyéndole un trabajo al delincuente, o encerrándolo en una cárcel donde el gobierno se tiene que hacer cargo de la alimentación de los presos, luz, gas, agua, infraestructura, etcétera? Es más, supongamos que el ladrón robó una cartera, y que en la misma habían mil pesos argentinos (raro, pero probable), aún así, si se lo encierra en una prisión, los gastos que acarrea esto son mayores que las pérdidas de la víctima.
Todo esto es un simple ejemplo de una necesidad inmediata de cambio, podría nombrar miles, pero la realidad actual en muchos países, es que la inseguridad está en boca de muchos, esto quiere decir que el sistema está fallando. Pero no está fallando ahora, viene errando hace siglos y muchos de nosotros sentimos la necesidad de un cambio. El sistema económico necesita un cambio, porque los países primermundistas están cayendo en las peores crisis; el sistema social necesita un cambio, porque las probabilidades de guerras son cada vez más inminentes y son más los motivos para desatar una o varias guerras más; el sistema infraestructural debe cambiar para adaptarse a la inminente superpoblación mundial; el sistema educativo debe cambiar, para que podamos adaptarnos a las exigencias del ambiente, debe proveernos garantías y facilidades de acceso para esto; etcétera, etcétera, etcétera...
Esto no es un planteo local, sino mundial, y depende de nosotros llenar el tarro del mendigo con cambios, no con monedas. Debemos dejar de apoyarnos en el materialismo para pasar al solidarismo, dejar de pensar en el individualismo para pasar al colectivismo. Simplemente sentados delante de nuestras computadoras leyendo este artículo de un mero estudiante de psicología no lograremos nada, compartiendo, proponiendo y  difundiendo es la manera principal y básica de lograr un cambio. Generemos debates, hablemos al respecto, comenten aquí en el blog, en sus casas, escuelas, universidades o donde sea, pero hagamos algo, antes de que sea tarde.

jueves, 16 de agosto de 2012

Buenas a todos!!
Este día les traigo un excelente documental sobre la educación, cuestión muy importante que para nada debe dejarse de lado...
Se aceptan todo tipo de criticas...

La Educación Prohibida... Disfruten!. 

martes, 24 de julio de 2012

Buenas a todos, hoy les traemos una película dramática del director  Rodrigo Cortés y la actuación del genio Leonardo Sbaraglia.

El Concursante

Sinopsis: Ácida sátira de la sociedad actual. Martín Circo Martín, el afortunado ganador del mayor concurso de la historia de la televisión, recibe un premio valorado en tres millones de euros. Sin embargo, el golpe de suerte de Martín dará un vuelco a su vida convirtiéndola en una auténtica pesadilla. “Un golpe de suerte… puede arruinar tu vida”.

Saludos a todos y que disfruten de esta tremenda película..

Una niña que silenció a la ONU en 5 minutos.

En 1992 esta niña de tan solo 12 años en ese entonces, trató de abrirles los ojos al mundo, y aún pareciera que la siguen ignorando. Este video fue grabado en la Cumbre de Medio Ambiente y Desarrollo: "The Earth Summit", organizada por la ONU en Río de Janeiro, Brasil.
Traducción de los subtítulos:
Hola soy Severn Suzuki, represento a ECO, una organización de niños en defensa del medio ambiente. Somos un grupo de niños canadienses de 12 y 13 años tratando de contribuir: Vanessa Suthe, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Todo el dinero que necesitábamos para venir de tan lejos lo conseguimos nosotros mismo para decirles a ustedes, adultos: tienen que cambiar su manea de actuar.
Al venir aquí hoy, no necesito ocultar mi objetivo. Estoy luchando por mi futuro.
No tener garantía sobre mi futuro no es lo mismo que perder una elección o algunos puntos en la bolsa de valores.
Estoy aquí para hablar en nombre de las generaciones que están por venir.
Estoy aquí para defender a los niños con hambre, cuyos pedidos no son escuchados.
Estoy aquí para hablar en nombre de los incontables animales, muriendo en todo el planeta porque ya no tienen dónde ir.
No podemos seguir permaneciendo ignorados.
Hoy tengo miedo de tomar sol, por los agujeros en la capa de Ozono.
Tengo miedo de respirar este aire, porque no se qué sustancias químicas lo están contaminando.
Solía ir a pescar en Vancouver con mi padre, hasta el día que pescamos un pez con cáncer.
Tenemos conocimiento de que animales y plantas están siendo destruidas todos los días y, en vías de extinción.
Durante toda mi vida he soñado con ver grandes manadas de animales salvajes, junglas, selvas tropicales, repletas de pájaros y mariposas. Pero ahora me pregunto si mis hijos van a poder ver todo eso.
¿Ustedes se preocupaban por estas cosas cuando tenían mi edad?
Todas estas cosas pasan bien delante de nuestros ojos y, así mismo, continuamos actuando como si tuviésemos todo el tiempo del mundo, y todas las soluciones.
Soy solo una niña y no tengo las soluciones, pero quiero aclarar que ustedes tampoco las tienen. Ustedes no saben cómo arreglar los agujeros en la capa de Ozono, ustedes no saben cómo salvar los animales de las aguas contaminadas. Ustedes no pueden resucitar los animales extintos. Ustedes no pueden recuperar la flora que un día existió donde hoy es desierto.
Si ustedes no pueden recuperar nada de eso, entonces, por favor, paren de destruir.
Aquí ustedes son los representantes sus gobiernos, hombres de negocios, organizadores, periodistas o políticos. Pero en realidad, son madres y padres, hermanos y hermanas, tíos y tías, y todos también son hijos.
Soy sólo una niña pero sé que todos pertenecemos a una familia de 5 billones de personas y sobre todo 30 millones de especies compartiendo el mismo aire, el mismo agua, y el mismo suelo. Ningún gobierno, ninguna frontera podrá cambiar esta realidad.
Soy sólo una niña pero sé que ese problema nos alcanza a todos y deberíamos actuar como si fuésemos un único mundo con un único objetivo.
A pesar de mi ira, no estoy ciega, a pesar de mi miedo, no tengo miedo de decirle al mundo como me siento.
En mi país generamos tanto desperdicio, compramos y tiramos, compramos y tiramos. Y en los países del norte no comparten con quienes lo necesitan, hasta cuando tenemos más que suficiente, tenemos miedo de perder nuestras riquezas, miedo a compartirlas.
En Canadá, tenemos una vida privilegiada, con abundancia de alimentos, agua y hogares. Tenemos relojes, bicicletas, computadoras y televisión.
Hace dos días, aquí en Brasil, nos sorprendió cuando estuvimos con niños que viven en las calles. Oigan lo que una de ellos nos contó:
“Me gustaría ser rica, y si pudiese, les daría a todos los niños de la calle alimentos, ropa, remedios, hogar, amor y cariño.”
Si un niño de la calle que no tiene nada desea compartir, ¿por qué nosotros, que tenemos todo, seguimos siendo tan mezquinos?
No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad, y que en el lugar donde nacimos hay una gran diferencia. Yo podría ser alguno de aquellos niños que viven en las favelas de Río. Podría ser una niña hambrienta de Somalía. Una víctima de guerra en Medio Oriente. O una indigente de India.
Soy sólo una niña, y todavía así sé que si todo el dinero que gastan en guerras, fuese utilizado para terminar con la pobreza, para buscar soluciones para los problemas ambientales, que maravillosa sería la Tierra.
En la escuela, desde el jardín de infantes ustedes nos enseñaron a comportarnos bien. Ustedes nos enseñaron a no luchar con los otros. Resolver bien las cosas. Respetar a los otros. Organizar nuestros líos. No Lastimar otras criaturas. Dividir y no ser mezquinos.
¿Entonces por qué ustedes hacen justamente lo que nos enseñaron a no hacer?
No olviden el sentido de asistir a estas conferencias. Y para quién hacen esto.
Véannos como a sus propios hijos. Ustedes están decidiendo en qué tipo de mundo vamos a crecer.
Los países deben ser capaces de consolar a sus hijos diciéndoles: “todo va a estar bien”, “estamos haciendo lo mejor que podemos”. Pero no creo que puedan decir eso.
¿Estamos aunque sea en su lista de prioridades?
Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.
Bien, lo que ustedes hacen, es hacernos llorar de noche. Ustedes adultos nos dicen que nos aman. Yo los desafío, por favor, hagan que sus acciones se reflejen en sus palabras. Gracias.

jueves, 12 de julio de 2012

¿Por qué estamos como estamos?


¿Cómo estamos? Estamos en una sociedad donde hay guerras, donde hay hambre, pobreza, desocupación, analfabetismo, enfermedades, epidemias, estratificación social, discriminación, marginalidad, competitividad, amplia diferencia de clases, contaminación, asesinatos, violaciones, robos, dictaduras, golpes de estado, guerras civiles, militarización, escasez; en fin, estamos en un mundo que nos está destruyendo y se está destruyendo.
¿Por qué estamos como estamos? Estamos como estamos porque no podemos dejar de lado los intereses individualistas de carácter sumamente narcisista, y es el ser humano el único organismo que posee esta característica basándonos en el razonamiento y no en el instinto. ¿Será por eso que somos los seres humanos los que más destruimos al planeta, y los organismos más autodestructivos en relación a especie? Totalmente, el ser humano, por su carácter narcisista es primeramente destructivo con el entorno, con su hábitat natural, es decir, con el planeta Tierra. El ser humano utiliza recursos que contaminan el aire, el ser humano derrocha energía no renovable, el ser humano utiliza desodorantes, el ser humano utiliza gases, el ser humano utiliza petróleo para su traslación. Es el ser humano el único ser que utiliza recursos nocivos para el ambiente, siendo totalmente consciente de que son contaminantes. En segundo término, es el ser humano el más autodestructivo en relación a especie, esto es, es el que más asesina a organismos de su propia especie. Los chicos se mueren de hambre, las personas fallecen de enfermedades perfectamente curables, se cometen asesinatos, crímenes de lesa humanidad, crímenes que atentan contra la integridad física, se realizan guerras, se destruyen ciudades, hogares, familias, comunidades. Y todo esto, no tiene por qué suceder, pero sucede, lamentablemente sucede.
Entonces estamos como estamos porque no podemos dejar de pensar en nosotros mismos, en un sencillo ejemplo, estudiamos carreras para recibirnos, tener un título, trabajar de eso, ganar dinero, adquirir bienes y servicios, y en la medida que se pueda, ir mejorando nuestra calidad de vida; luego tener hijos, una familia, sustentarlos y darle la mejor vida posible a través de la educación, la alimentación y la salud como base fundamental, hasta que crezcan, estudien, sean independientes y comiencen el mismo ciclo que nosotros. Ahora me pregunto, en esta cronología, ¿dónde entran los que no tuvieron la posibilidad de recibir educación, hogar, alimentación e higiene, entre otras? ¿En qué momento entran en consideración las personas que no tuvieron la misma “suerte” que nosotros, de nacer en familias mínimamente establecidas como para otorgarnos los bienes necesarios para vivir hasta nuestra independencia?  La respuesta está a la vista: en ninguno. Entonces siguen existiendo personas que se mueren de hambre, de enfermedades curables, de asesinatos, por la guerra, etcétera.
Si estamos como estamos porque no dejamos de pensar en nosotros mismos, entonces esto último, ¿a qué se debe? Se debe a que nos adaptamos en el ambiente en el que vivimos. Vivimos hace milenios en un ambiente individualista, donde siempre hubo personas que privilegiaron sus intereses personales por sobre los demás, desde el sistema monárquico, el feudal, hasta el capitalismo, siempre hubo privilegiados que no pensaban en más que en ellos mismos. Entonces vivimos en un sistema basado en la competencia permanente, por lo que no nos queda otra opción que adaptarnos, o caer en bancarrota.
En el ámbito educativo, empezando por la escuela primaria, hasta la secundaria y en la educación superior universitaria y no universitaria, se nos enseña para en un futuro, tener un trabajo del cual podamos satisfacer nuestras necesidades básicas para vivir, pero en ningún momento se nos enseña cómo satisfacer las necesidades de los que hoy no tienen para vivir. Por lo que el ámbito educativo también está enrolado en el mismo sistema de imposición del pensamiento individualista, es decir, desde chicos nos formaron para que, en el período de adultez, podamos tener un trabajo y vivir de él, satisfacer nuestras necesidades en base a ese trabajo. Pero jamás nos enseñan como erradicar o siquiera disminuir las problemáticas sociales a escala mundial. En sí, tampoco te enseñan a pensar o reflexionar, sino que te imponen conocimientos, te dicen lo que dijo Einstein, lo que dijo Platón, Aristóteles, Freud, Arquímedes, Copérnico, etc., pero no te dicen por qué, no te enseñan cómo podemos reflexionar lo que aquellos grandes pensadores dijeron, no te enseñan a ser críticos con respecto a ellos, es más, si en una evaluación intentas poner una crítica al pensamiento de tal autor, seguro te desaprobarán, porque no es lo que ellos dicen, es lo que vos decís. Por ende, ¿cómo podemos pensar en algún método para acabar con los problemas sociales mundiales, si en realidad jamás nos enseñaron a reflexionar? Por suerte hay casos separados que sí se ocupan de estas cuestiones, sí son críticos y reflexivos, pero son aislados.
Por lo tanto estamos como estamos porque a los más grandes y poderosos individualistas no les conviene que nos demos cuenta que estamos pensando individualmente, para así justificar de alguna manera sus acciones, y seguir manteniendo a la sociedad en la cueva obscura, apartada de la realidad. Sin que nos demos cuenta, primeramente te desorientan del pensamiento reflexivo con sus extensos y variados métodos que llaman “entretenimiento”, con esto nos mantienen en otra área, en otro ámbito, alejados de las cuestiones que realmente nos afectan como sociedad mundial. Con juegos de video, películas no educativas ni informativas, obras de teatro sin sentido educativo, novelas, shows, páginas de internet de juegos, programas que llaman de entretenimiento, etc. No digo que esto no sirva como método de despeje, puede, en cierta medida, que sirva con ese fin, es decir, para relajarnos, por ejemplo, después de un día agitado. Pero lamentablemente, hoy la mayoría de las personas –no todas- se mantienen constantemente encerradas en el círculo del “entretenimiento”, y no de la investigación, de la lectura, del estudio, etc. Segundo, te imponen el sistema competitivo desde chico, desde la educación, que funciona como base fundamental para nuestra formación en relación a lo que luego pensamos, y por lo tanto, a nuestras acciones. Y tercero, te invaden con publicidades imponiéndote bienes innecesarios, como necesarios, para hacer constante el círculo del pensamiento irreflexivo, imponiéndonos a su vez, el mismo sistema competitivo en el que se basa la sociedad actual, donde te dicen que un producto es mejor que el otro. Y quiero detenerme en esto de los productos o bienes para aclarar algunas cuestiones.
Las grandes compañías crean lo que se denomina una “obsolescencia predeterminada”, esto es, fabricar productos que sean obsoletos en un determinado momento prefijado, para que tengas que comprar nuevamente el mismo producto, habiendo quedado el anterior, inútil. Actualmente existen tecnologías para realizar mejores productos, con mayor durabilidad y sostenibilidad, pero estos no entran en la agenda de la conveniencia de las grandes compañías, es decir, de los poderosos dueños de las mismas, sino que les conviene fabricar objetos que sean obsoletos tempranamente, para aumentar el caudal de dinero en su poder. Y de esta manera se maneja la competitividad en un determinado marco, para generar mayores ganancias monetarias.
Estamos como estamos, porque en vez de saber e intentar entender por qué un criminal cometió tal delito, cae preso, y no buscamos solucionar los problemas que lo pueden haber llevado a delinquir, y esto es contraproducente a nivel económico. Si un delincuente roba un kiosco, lo encarcelan durante varios años, cuando sale mucho más caro mantenerlo en la cárcel por la luz eléctrica, la comida, el agua, los gastos de infraestructura, etc., que lo que pudo haber robado en el kiosco. Y esto vuelve al pensamiento individualista, porque queremos que el delincuente esté tras las rejas para “protegernos” de éste, o a veces, a modo de venganza, en vez de pensar por qué tuvo que salir a robar, y cuál sería la solución para su problema.
Debemos entonces, principalmente dejar de ser individualistas, dejar de pensar en nosotros mismos, y comenzar a pensar en los demás, en todos los habitantes del mundo, porque todos somos personas, seres humanos, y como tales, todos nos merecemos los mismos derechos, todos merecemos satisfacer nuestras necesidades básicas, tener un hogar, educación, comida, agua, higiene, salud, entre otras. Ahora que podemos, debemos comenzar a reflexionar, a ser críticos y no siempre aceptar dogmáticamente lo que digan los demás, lo que te imponen directa o indirectamente las grandes elites, ahora que tenemos los recursos y las posibilidades, ahora que tenemos las tecnologías disponibles, ahora que tenemos los conocimientos necesarios para realizar un cambio mundial, es ahora, antes de que sea tarde, antes de que ya no haya tantos recursos, antes de que sea cada vez más difícil el avance tecnológico, si bien hoy se está dando el caso contrario, antes de que nos impongan el sistema individualista de modo tal que ya no tengamos posibilidades reflexivas.

Gustavo N. Cinzano